
Las Glosas Emilianenses son pequeñas anotaciones manuscritas, realizadas en varias lenguas latín, romance y vascuence arcaico, entre líneas o en los márgenes de algunos pasajes del códice latino Aemilianensis 60 a finales del siglo X o con más probabilidad a principios del siglo XI. La intención del monje copista era probablemente la de aclarar el significado de algunos pasajes del texto latino.
Las Glosas Silenses son comentarios en lengua romance peninsular realizados por copistas medievales en los márgenes de un texto en latín. Datan de finales del siglo XI y, al igual que las Glosas Emilianenses, su finalidad es aclarar los pasajes oscuros del texto latino. Se encontraron en el archivo del monasterio de Santo Domingo de Silos, de donde procede su nombre, en la región española de Castilla y León.
El códice 46 de la Real Academia de la Historia configura un voluminoso diccionario enciclopédico terminado de copiar el año 964 en el escritorio de San Millán de la Cogolla.La primera mención de un documento auténtico sobre San Millán de la Cogolla corresponde al año 942.Es entre los años 971 y 972 cuando desde el escritorio del monasterio salgan, entre otros, el manuscrito RAH 46, del año 964; una copia de la Compilación Hagiográfica de Valerio del Bierzo (RAH 13), muy vinculado al códice anterior, modelo suyo en las abundantes glosas que transmite; un ejemplar de la Ciudad de Dios de San Agustín (RAH 29), del año 977; unos Comentarios a los Salmos de Casiodoro (RAH 8), etc. Pero no son estos los primeros frutos. Recordemos que el escriba Jimeno había copiado, al parecer, con anterioridad dos grandes códices.Las glosas del Aemilianensis 60, en total más de mil, están escritas en tres lenguas: en latín, en romance y en vasco.Las escritas en latín lo están, naturalmente, en un latín que podríamos llamar coloquial, más sencillo que aquél que glosan. Es muy importante tener en cuenta que en muchos casos se trata de un latín sólo aparente, ya que no hace sino disfrazar con ropaje de escritura latina lo que se pronunciaba ya como romance.
Cambios morfologicos y morfosintacticos: